La simplicidad

Con el paso del tiempo me he dado cuenta de que una de las grandes cualidades que debe tener un gran líder, un gestor de equipos de alto rendimiento, o quien lidere un equipo de trabajo en una empresa, debe ser la simplicidad. No la entiendan como algo banal, simplón, de quien desconoce o no sabe de nada, porque más bien va referido a lo contrario, me explico.

En una sociedad en la que se tiende a la parafernalia, a adornarlo todo con terminología muy concreta, muy específica, con la tendencia a olvidar o no acordarnos de la persona a la que estamos transmitiendo el mensaje que queremos, sin preguntarnos o preocuparnos si de verdad nos está comprendiendo, entendiendo, por no hablar de la duración de dichos mensajes, conversaciones, o charlas. Yo, sinceramente, respeto quien esté acostumbrado a hablar de esa manera, pero no creo en ello. ¿Por qué?

Porque quien habla de manera sencilla, simple, llega a todo el mundo mucho mejor y antes, facilita la comprensión de quien recibe el mensaje, convierte el proceso de comunicación emisor-receptor en algo completamente accesible. Y ahora bien, ¿creen que esto es sencillo? Nada más lejos de eso. Para llegar a este punto hace falta estar muy bien formado, poseer un vocabulario extremadamente rico, una capacidad de empatía bastante alta para saber cómo llegar de la manera en que tú quieres a la persona a la que te estás dirigiendo, tener una capacidad de síntesis extraordinaria en el caso de las charlas con los equipos, porque todos sabemos que a partir de determinada cantidad de tiempo la atención del receptor se disipa, se evapora, y ya no sirve de nada lo que estás contándole.

Conversar de manera sencilla, simple, requiere de un nivel de madurez elevado para hablar sin rodeos, de manera clara, directa, lo cual no implica ser grosero, hablar de manera vulgar y con ‘’tacos’’, pero sí de manera honesta, sincera, y a la cara, con personalidad, y siendo una persona íntegra, coherente, y consecuente con lo que dices. Además con todos estos componentes conseguimos ser eficientes, decir lo que queremos en el menor tiempo posible sin perder un ápice de calidad, porque no lo olvidéis, lo que importa es la calidad y no la cantidad, porque menos es más.

Recuerdo lo que me explicaba mi buen amigo Álvaro Merino: ‘’¿Qué caracteriza a un equipo que ha llegado a la última fase, la de performing? La sencillez. Cuando ves a alguien, o a un equipo, haciendo algo de manera muy sencilla aún sabiendo que es realmente complejo, es porque estás delante de alguien con un nivel de maestría enorme, que posee un nivel de madurez muy elevado, porque además están consiguiendo eficiencia en la tarea que están llevando a cabo, haciendo lo que quieren con el menor gasto de energía posible. Porque se hace énfasis en poner mucha calidad en su comportamiento de afecto, y mucha calidad en su comportamiento de tarea. Es poco, pero muy potente.’’

Y todo esto también me recuerda al grandísimo entrenador, Toni Nadal, quien también hace una apreciación muy interesante al respecto:

Lo importante al fin y al cabo es el estímulo personal, el impulso intrínseco, la inquietud. Es verdad que se puede alimentar por un buen formador o por un buen líder dentro de una empresa. Mi papel, en todo caso, ha sido éste. El de propiciar un despliegue de actitudes y características. El liderazgo tiene su aquel. Intentaré analizarlo un poco más adelante. Otra cosa es la parafernalia. Sólo consigo ver este estímulo tan milimétricamente diseñado como condimento, no como plato principal. Pienso que todas estas atenciones a detalles externos lo que hacer es permitirnos buscar excusas.

 

Yo, como entrenador, no logro llegar a teorías muy elaboradas porque se me antojan demasiado complicadas. Lo analizo todo de forma muy simple porque sólo así me siento capaz de encontrar las medidas necesarias para resolver el entuerto. Cuando mi sobrino no ha dado resultados positivos, mi tendencia ha sido buscar las causas en lo que podemos modificar con nuestro trabajo en la pista. Que el saque no ha funcionado-que es casi siempre- hay que mejorarlo en la pista de entrenamiento, que ha fallado el revés, hay que trabajar el revés. Es así de simple. Lo que he evitado es dar importancia a cosas que no dependen de nosotros. La lucha de Rafael ha estado siempre en la idea de superarse a sí mismo. Y todo el resto de valoraciones, ajenas a la pista de tenis, a mi modo de entender, lo hacen más vulnerable.

 

 

‘’El 90 por ciento del éxito se basa simplemente en insistir.’’

 

Woody Allen

Dicho esto, me gustaría invitarles a que visiten la página del nuevo proyecto en el que estoy trabajando, Azul sobre Blanco, centro neurálgico de un proyecto futbolístico destinado a la educación socio-deportiva de niños en todo el mundo, espero que sea de vuestro interés. Y por último, comparto el vídeo de FUTWALL, un nuevo concepto de deporte que en breves dará el pistoletazo de salida, una nueva manera bestial de jugar al fútbol:

Y no lo olvidéis, los actos más sencillos, lo más nobles.

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Que tengan una muy buena semana, un fuerte abrazo. Y nunca dejéis de sonreír, los días saben distintos cuando iluminas con tu sonrisa el camino de otros.

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