Tenemos talento

¿Qué es el talento? ¿En qué soy realmente bueno? Es importante que nos conozcamos a fondo, para saber en qué somos especialmente buenos. Tener talento en un aspecto concreto no es ser el mejor, sino más bien se refiere a hacer algo especialmente bien, de una manera diferente, y que aportas valor en los entornos en los que trabajas. Y este es uno de los motivos por los que estoy convencido de que, en el caso concreto del fútbol, todos tienen un talento, un valor diferencial individual, que puede sumar al valor colectivo del equipo, potenciándolo de manera increíble, ya que en unos su valor estará en un aspecto ofensivo, otros en el aspecto defensivo, mientras que otros jugadores quizás tengan su valor en una rápida y correcta toma de decisión en el centro del campo, a la hora de manejar la sala de máquinas de un equipo de fútbol. Todo suma. Es muy fácil trabajar con el jugador que a simple vista se ve que tiene mucho talento, pero el equipo lo componen 20-22 jugadores, y cuantos más talentos seamos capaces de descubrir y desarrollar, más potente será el equipo, esto es algo que nunca debemos olvidar.

Pero, ¿cómo descubrimos ese talento? Mediante una emoción, la sorpresa, el descubrimiento. Por eso es muy importante que nosotros, como entrenadores, desarrollemos, creemos, los contextos adecuados para que el jugador descubra por sí mismo lo que le sorprende, le asombra, para mediante nuestra observación detenida y minuciosa ir preparándole el camino para su crecimiento, poniendo el foco en aquellos aspectos en los que realmente puede aportar un valor diferencial al equipo. Debemos de acompañar al jugador en ese camino, no sólo logrando que conozca cuál es su talento, sino además poniéndole a prueba, forzándole constantemente a que salga de su zona de confort.

Una de las fórmulas más utilizadas para descubrir el talento en las personas con quienes trabajamos contiene como componentes principales la genética, el contexto, y el compromiso. Dicha fórmula, y esto ya es una opinión personal, la organizo de la siguiente manera: (genética+contexto)*compromiso. Hay una parte de genética que es innegable, es lo que viene en nuestro ADN, el regalo que nos dieron nuestros padres al nacer. Por otro lado, es clave encontrarse en el contexto adecuado donde poder desarrollar esa capacidad innata, mejorarla, rodeándote de otros talentos, aprendiendo de esas personas, porque el talento potencia al talento. Y por último, y bajo mi humilde punto de vista más importante si miramos el desarrollo del talento como una acción a desarrollar de la cual se obtienen los frutos a medio-largo plazo, el compromiso.

Porque normalmente el compromiso no viene de serie, es algo que se adquiere con entrenamiento, y va muy vinculado a la mente. Normalmente compruebo que todo el trabajo se centra en lo realizado en el campo, en el terreno de juego, y sin embargo, hay otra parte, que cae en el olvido cuando en realidad, es incluso más importante si cabe. Porque es su compromiso, su actitud hacia la resolución de problemas, de conflictos, ante los momentos de adversidad, donde tenemos esos momentos bajos de ánimos, cuando el jugador querría abandonar, dejarlo todo, e irse a casa; es eso mismo lo que también debemos entrenar. Entrenar la mente de nuestros jugadores, el control de las emociones, todo esto es también entrenamiento, y potencia un compromiso, una actitud que a la larga va a ser lo que lleve a su talento hasta límites insospechados.

Hay un párrafo de Toni Nadal que merece ser compartido en este post: Lo que yo he intentado ha sido contribuir a su aprendizaje y hacerlo en unos cuantos aspectos que me parecen importantes. He intentado que aprendiera a jugar al tenis, por supuesto. He intentado que se adaptara a su juego cambiante, a las circunstancias cambiantes, también. He intentado que su formación técnica fuera acompañada de la que me parece más determinante: la formación del carácter. Una correcta formación del carácter, junto con una correcta formación emocional, si es que no es lo mismo, es lo que me excluye de ser el encargado de motivar a mi sobrino, y sí de otorgarle las herramientas que con más fiabilidad lo llevan a uno a la victoria. 

Para Toni Nadal, el talento es la capacidad para desarrollar un aprendizaje. Cuanta más capacidad tiene uno de aprender una disciplina, más talento tiene. El que tiene talento encuentra el camino que lo conduce a sus objetivos. El que tiene talento es el que se da más oportunidades. El que tiene talento es, sobre todo y lo repito, el que tiene más capacidad para aprender y tiene su propio límite alejado. El talento sí que te lleva a lograr los objetivos si éstos se persiguen y se hace lo necesario y correcto para lograrlos. 

Por ello, si tenemos jugadores o personas con talentos, diseñamos los contextos adecuados para su crecimiento y aprendizaje, y les entrenamos su carácter, su fortaleza mental, para que su compromiso sea de una solidez desmesurada, sólo nos queda darles plena confianza y tener paciencia mientras recorren su camino de desarrollo del talento, unos caminos que desembocan a un colectivo, el equipo, el principal beneficiado de un método que no sólo atiende a lo meramente futbolístico, sino también a la persona. Porque insisto, antes que entrenadores o jugadores, somos personas.

»Yo creo que la verdad es perfecta para las matemáticas, la química, la filosofía, pero no para la vida. En la vida, la ilusión, la imaginación, el deseo, la esperanza cuentan más.»

Ernesto Sabato

Que tengan una muy buena semana, y no lo olviden, lo mejor de todo lo bueno que ha ocurrido es que puede volver a ocurrir. Un fuerte abrazo

rafael-nadal

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