Cada vez cobra más importancia, o por lo menos para mí la tiene cada día más, la comprensión y entendimiento del factor humano. Saber cómo llegar a la persona que tienes delante, comprenderla, entenderla, sin adornos, sin envoltorios, descubriendo su esencia, y a partir de ahí, encontrar la manera de explotar su talento. Aunque, por otro lado, sigamos leyendo informes como el presentado por el Banco de España, donde se desataca la baja capacitación de los empresarios españoles en términos de habilidades sociales y liderazgo.
¿Por qué se sigue pasando por alto? Es algo que no logro entender; hay quien da más importancia a otros factores para buscar incrementar el rendimiento, en mi caso particular como entrenador, de su equipo cuando en realidad lo más importante, insisto, lo más importante, son las 20-25 personas que tienes delante desde el primer momento que entras en un vestuario. 20-25 personalidades distintas, con sus orígenes, sus ideologías, sus problemas, sus particularidades, sus manías, gustos, defectos, virtudes, todo ello englobado en una personalidad que debes entender a la perfección, para conseguir explotar el talento que tiene esa persona, y además, que su talento lo ponga a disposición del colectivo. De hecho, Daniel Goleman destaca que el único aspecto que considera imprescindible, de todos cuantos conforman el ámbito del liderazgo, es la empatía.
La capacidad que tú tengas como líder de lograr un impacto en sus corazones, y digo corazones porque entiendo el fútbol en mi caso particular como pura pasión, un deporte donde se mezclan sentimientos, emociones, que desemboca en pura adrenalina, y ese sentimiento, mejor dicho, la manera en que tú hagas llegar ese sentimiento a tus jugadores, haciéndoles creer que pueden llevar sus capacidades hasta un límite que no imaginaban, hacerles incrementar el deseo de ser mejores personas y mejores futbolistas cada día (ambas cosas son imprescindibles), es lo que lleva a que ese sueño colectivo, se termine convirtiendo en una realidad. IMAGINACIÓN X DESEO=REALIDAD.
Hay que lograr hacer sentir a tus jugadores, porque como dijo el maestro:
‘’Las mejores cosas de la vida no pueden lograrse por la fuerza:
Puedes obligar a comer,
Pero no puedes obligar a sentir hambre;
Puedes obligar a alguien a acostarse,
Pero no puedes obligarle a dormir;
Puedes obligar a que te oigan,
Pero no puedes obligar a que te escuchen;
Puedes obligar a aplaudir,
Pero no puedes obligar a que se emocionen y entusiasmen;
Puedes obligar a que te besen,
Pero no puedes obligar a que te deseen;
Puedes obligar a que fuercen un gesto de sonrisa,
Pero no puedes obligar a despertar admiración;
Puedes obligar a que te cuenten un secreto,
Pero no puedes obligar a inspirar confianza;
Puedes obligar a que te sirvan,
Pero no puedes obligar a que te amen;
Sentir hambre, dormir, escuchar, emocionarnos, entusiasmarnos, desear, reír, sentir admiración, sentir confianza, amar… son acciones que no admiten la fuerza de la obligación. Son acciones maravillosamente inconscientes.’’
Y quizás, en hacer sentir, esté la clave de todo. Por eso digo, que probablemente llegar a su corazón sea el proceso más complejo, pero sin duda el más importante. Porque con ello, además, lograremos un sentimiento colectivo, una misma manera de sentir hacia el equipo, 20-24 corazones latiendo por y para el equipo se traduce en una fuerza desmesurada que eleva, hasta límites inimaginables, su rendimiento competitivo. Como bien dice José Antonio Marina, se debe comprender el marco en el cual se encuentra la persona que tienes delante, comprender su percepción de todo cuanto le rodea para, a partir de este punto, hacerle llegar el mensaje de la manera adecuada para que él o ella lo comprenda, y lo asimile en su totalidad. Más adelante, en próximos posts, explicaremos con más detalle este proceso de comunicación, mediante el cual se produce el desarrollo del talento.
¿Cómo se consigue hacer sentir? Bajo mi punto de vista, mostrándote tal y como eres desde el primer momento, siendo sencillo, claro, cercano, humano, sin adornos, mostrándote convincente, congruente, y predecible a cada momento, sin mentiras, sin dobles personalidades, con una gran capacidad para saber cuándo poner una dosis de humor, cuándo alguien necesita una conversación breve de 5’ por un problema familiar, saber hasta dónde puedes llevar el límite de competitividad de un entrenamiento y la intensidad del mismo; empatía a cada momento, a cada instante. Será lo que te permita comprenderles, y conectar con ellos.
Hay un texto, de Claudio Casas, que lo resume muy bien:
‘’Trabas imaginarias, prejuicios, rigideces e inhibiciones nos privan de nuestra espontaneidad, de nuestra respuesta hábil, de nuestra capacidad para fluir y de ser tal cual somos. De registrar y atender nuestras necesidades… y dejar ser a los demás…
¡Para qué la vamos a hacer sencilla si la podemos complicar! (…)
Así sufrimos, nos apagamos, envejecemos…
Un poco de obviedad, un poco de simpleza, un poco de practicidad pueden orientarnos.
¿Qué tal si cuando no quieres, dices que no; cuando te hace daño, lo dejas; cuando necesitas pedir, lo pides; cuando quieres dar, se lo das; y cuando quieres llorar o gritar, lo dejas salir?
¿Qué tal si cuando quieres comunicarte, te abres? ¡Y cuando estás contento, te ríes¡
¿Qué tal si cuando ves al otro, lo aceptas como es, sin rotularlo?
¿Qué tal si te quedas aquí y ahora, lo único real, en donde hay tanto que no requiere ni del pasado ni del futuro?
¿Qué tal si te das a tu esencia y te dejas Ser verdadero?’’
Te animo a que seas tú, con tus defectos y virtudes, muéstrate tal como eres porque sólo así serás verdadero/a, y de esa manera estarás viviendo una vida auténtica, la que tú has decidido vivir, tu vida, tu historia. Empieza a escribirla, y sobre todo, deja huella en todas las personas con quienes compartas un instante. Te deseo la mejor semana posible, porque todo es cuestión de actitud. Un abrazo muy fuerte, feliz semana.
‘’La vida es lo que hacemos de ella.’’
Aforismo hindú.
‘’Nunca tengas miedo a nada…¡a nada! Nunca te dejes llevar por los engaños y la tentación de los sufrimientos. Tu vida está en tu interior. Lo que des de ti, se transformará en tu riqueza.’’
Carlos Nessi
Nam myoho renge kyo