Es fascinante ver a las personas cuando tienes la oportunidad de ver que están desarrollando su talento, exponiendo su creatividad al máximo exponente, su cara de disfrute con aquello que está realizando, cuando encuentra su Elemento, como diría Ken Robinson. Y sin embargo, qué pocas veces sucede esto, ¿verdad?
En mi opinión, creo que hay un error de base tan importante como grave en nuestra sociedad, tratamos de encorsetar, de encasillar, con una rapidez pasmosa, yo diría que hasta vergonzosa. ¿Por qué? Creo que porque es mucho más fácil hacer que el niño se adapte al entorno que toca, a hacerlo al revés, es decir, diseñar el entorno adecuado para que el niño desarrolle su talento, su creatividad, y su inteligencia. Lo segundo, sin duda, es mucho más complejo que lo primero.
No voy a entrar en lo desastroso que es el sistema educativo español en ese sentido, un sistema que premia la nota más alta, el rendimiento meramente académico, preparando al niño para la selectividad, después la universidad, pero que al acabar bien podría uno plantearse: ‘’Y ahora, ¿qué?. Porque no sabemos si estudió en base a que pudiese desarrollar su talento, sus inteligencias, aquello en lo que ya no sólo es bueno/a, sino aquello en lo que realmente disfruta, porque sólo cuando disfrutas, cuando haces con pasión una tarea, es cuando salen todas tus virtudes a la luz, y tu rendimiento se multiplica por infinito. Tan sencillo, y a la vez, tan complejo como eso.
Nos trasladamos al contexto de un deporte de equipo como es el fútbol, y donde cada vez me quedo más sorprendido. Sorprendido por el poco margen que se le da al jugador para su creatividad, para que desarrolle su imaginación, para descubrir sus capacidades, su talento. Se da muy poco tiempo para conocer a los jugadores realmente, se prueba muy poco, se observa menos aún, y se pasan por alto demasiados detalles. ¿Quién dictamina si ese jugador es lateral, mediocentro, o delantero?¿Por qué no puede haber otra posición en la que pueda jugar, la cual será otro reto para él/ella, más conocimiento, y un aprendizaje más enriquecedor? Todo lo que puedan aprender en la etapa de fútbol base, bienvenido será para su aprendizaje.
Tareas demasiado cerradas, tiempos demasiado largos de escucha por parte de jugadores/as que están mirando la explicación, o escuchándola, durante 10-15-20’. Exactamente igual que en el sistema educativo, una postura pasiva, no participativa, no activa, ¿les suena? Demasiadas correcciones porque se dio un pase hacia un lado en vez de a otro, porque se probó suerte a tirar a portería en determinado momento en vez de pasar, porque hice una pared en vez de encarar a portería. Y volvemos a parar, otra vez miro y escucho en vez de jugar.
De verdad, que ellos/as, al igual que en la escuela, quieren PARTICIPAR, ser PROTAGONISTAS, esto implica que nosotros debemos tener una capacidad enorme de síntesis para nuestras explicaciones, para restarles el menor tiempo de práctica a ellos/as, y de esta manera que sean ellos/as mismos/as los que se equivoquen, los que fallen, en tareas lo más abiertas posibles, ¿complejas? Sí, pero con un amplio abanico de opciones, de oportunidades, ¿para qué? Para que sea él/ella quien DECIDA, porque al final el fútbol, la escuela, lo que debería ser es una preparación para la vida, es decir, un constante ensayo-error, eso sí es un aprendizaje continúo, me caigo, me levanto, me caigo, me vuelvo a levantar, cometo otro error? No pasa nada, pero aprendo VIVENCIÁNDOLO.
Porque, como bien dice Edgar Dale, solo después de 2 semanas tendemos a recordar el 10% de lo que leemos, el 20% de lo que oímos, el 30% de lo que vemos, el 50% de lo que oímos y vemos, el 70% de lo que decimos, y el 90% de lo que DECIMOS Y HACEMOS. Por tanto, tengamos claro un solo aspecto, los protagonistas son ellos, por el contrario nosotros debemos ocuparnos de crear el entorno adecuado, diseñar el camino correcto, las tareas precisas, para encontrar la manera de desarrollar el talento, la creatividad, de cada uno de ellos; ponerles a prueba.
Como bien dice Ken Robinson, ‘’La creatividad implica varios procesos diferentes relacionados entre sí. En primer lugar hay que producir nuevas ideas, imaginar diferentes posibilidades, considerar opciones alternativas. El proceso creativo también supone desarrollar estas ideas juzgando cuáles son más efectivas o parecen tener más calidad. Ambos procesos –producir y evaluar ideas-son necesarios. El trabajo creativo consiste en un delicado equilibrio entre producir ideas, analizarlas, y perfeccionarlas.’’
Les cuento una anécdota. Hubo una vez un chico, en Liverpool, que solicitó su ingreso en el coro de la catedral de Liverpool y no lo aceptaron. Le dijeron que no cantaba lo suficientemente bien. ¿Saben quién era el chico? Sir Paul McCartney. Apreciar el talento, saber distinguir las posibilidades de un chico o una chica para una determinada tarea, actividad física, no es tan fácil como parece. No nos aventuremos a predecir rendimientos, si vale o no vale, porque creedme que estoy cansado de ver que, a base de paciencia, observación, de ponerles retos atractivos, las personas pueden sorprendernos sobremanera, y subir el listón de su rendimiento hasta límites insospechados por nosotros.
Normalmente se tiende a pensar que si el niño no mejora, es porque no vale. Fallo, gran fallo. Cambien su manera de pensar, y piensen que tal vez el problema es el método que aplicabas. Y quizás, te lleves una sorpresa. Acertar con el método es conocer a la persona que tienes delante, saber cómo motivarla, cómo retarla, cómo forzarla a crecer, cómo hablarle y más importante, cómo escucharle. Creatividad para diseñar los entornos adecuados para su desarrollo, innovación para sorprenderles constantemente, y aprendizaje, pero no sólo suyo, sino tanto o más importante, tuyo, para saber si todo lo diseñado es lo correcto, o por el contrario es necesario empezar de nuevo. Sólo así ayudaremos a las personas con las que trabajamos a desarrollar su talento, y así encontrar El Elemento, ese lugar donde la persona hace aquello que realmente quiere hacer y donde es quien siempre ha querido ser.
Que tengan una muy buena semana, un fuerte abrazo, y sonreíd, lo mejor siempre está por llegar. Vive y vuela, tan alto como puedas.
»Creo firmemente que cuando alguien encuentra su Elemento, adquiere el potencial para alcanzar mayores logros y satisfacciones. Con ello no quiero decir que haya una bailarina, un dibujante de cómics o un premio Nobel de la Economía en cada uno de nosotros. Lo que digo es que todos tenemos habilidades e inclinaciones que pueden servirnos de estímulo para alcanzar mucho más de lo que imaginamos. Entender eso lo cambia todo. También nos ofrece la mejor, y quizá única, posibilidad de conseguir el auténtico perdurable éxito en un futuro muy incierto.»
Ken Robinson