»Las personas somos más felices por lo que experimentamos y hacemos para conseguir y sentir que por lo que tenemos en sí. Tener sin más, no deja de ser una falacia emocional ya que a pesar de ser una fiel defensora de la necesaria estabilidad endógena amparada en una cierta estabilidad exógena, todo y todos estamos en un continuo ejercicio de interacción y cambio. Anclarnos a la certeza sin invitar a la incertidumbre es tan irreal como absurdo, a la par que no contemplar el cambio como medio de progreso, una infinita pérdida de opciones de ser felices.»

Y es por eso que para quien escribe estas líneas no hay nada más bonito, que me haga más feliz, que el instante en el que acumulo una experiencia nueva a mi vida, ya sea por conocer a una persona nueva, un trabajo nuevo, un contexto diferente, verme expuesto a una situación que desconozco por completo, donde nada o todo puede salir mal. Quizás porque hace tiempo que contemplo el fallo como algo que va intrínseco a mi modo de vida, sí, modo de vida, porque en la vida fallamos, todos fallamos, la diferencia está en cómo cada uno de nosotros asimila ese fallo, y en qué lo convierte si en una frustración enorme, o en un aprendizaje que le llevará a ser mejor persona, y en consecuencia, mejor profesional.

Creer que sabemos de todo, que conocemos de todo, es uno de los mayores actos inútiles y absurdos que podemos llegar a hacer. »Nunca pilles vicios de veterano», así me lo dijo un amigo cierta mañana, y es algo que llevo grabado a fuego desde entonces. Yo soy muy feliz escuchando a todas las personas, porque de todas puedo aprender un poquito cada día, una historia nueva, un relato, un modo de ver la vida, que te puede ayudar de la manera que menos esperas, te puede sorprender hasta un punto insospechable. Dicen que la vida, compartida, se disfruta el doble. Yo creo en esto plenamente.

Detesto la zona de confort, la odio tanto como amo la exposición a situaciones nuevas, desempeñar una nueva profesión, conocer personas nuevas, verme en un contexto completamente nuevo como puede ser dar una ponencia en la que comparto mi punto de vista sobre la vida y mi pasión a quien me quiere escuchar, eso es lo que amo.

Y, ¿por qué? Porque con el paso del tiempo he comprobado que es lo que me hace crecer, a todos los niveles, porque disfruto notando ese hormigueo en el estómago producto de acometer un proyecto nuevo donde me equivocaré, cometeré fallos, pero si algo tengo claro es que quiero cometerlos, de hecho quiero seguir cometiéndolos toda mi vida porque va a ser lo que me haga seguir creciendo, aprendiendo, reflexionando, pensando acerca de mis fortalezas y mis debilidades, y con este análisis, luego ir y compartirlo con todo aquel que quiera. Porque la vida, compartida, sabe doblemente mejor.

Piensa en si eres feliz o no cada día, si tienes una motivación fuerte por levantarte cada mañana y comerte el mundo, por intentar ser la mejor persona posible, por ser feliz a más no poder y compartir ese estado con los demás. Estoy harto de la gente pesimista, ¡hay que ser optimista a tope! Siempre habrá un motivo para sonreír, tu nuevo proyecto, una salud en plenas condiciones, tu hijo o tu hija cuando te sonríe, un beso de tu chica, de tu madre, de tu padre, valora lo que tienes que es mucho, ¡estoy seguro!

Y si no eres feliz, o no lo eres todo lo que a ti te gustaría, piensa en lo que te falta, en lo que siempre has querido intentar y nunca te has atrevido. No tienen por qué ser grandes retos, con que sea uno pequeño pero realista, es suficiente¡ Inténtalo, quien te dice que es imposible?Nadie. Que puedes fallar?Yo he fallado, y seguiré fallando, porque seguiré intentando cosas nuevas cada día de mi vida, pero esto me hace sentir más feliz aún, más pleno, y más vivo aún.

Porque como dice una grandísima persona como es Óscar Cano, »las personas somos cambio, dinámica, y movimiento en torno a circunstancias, estímulos, y situaciones.» 

De modo que atrévete a cambiar, sé dinámico, siempre en movimiento, porque tu vida gira en torno a circunstancias, respondes a estímulos diferentes de manera constante, y te verás envuelto en situaciones distintas cada día de tu vida. La única manera de sentirte vivo y feliz, de manera plena, es acometiendo todo esto siendo valiente, y sin olvidar que cometer errores es aprender, porque la vida es aprendizaje. Y no hay nada más bonito que sentir que siempre habrá algo, pequeño o grande, que te quede por saber, porque así tendrás un motivo más para levantarte a la mañana siguiente con más fuerza.

Sé feliz, y sonríe, mucho, todo lo que puedas. Besos y abrazos enormes para todos y todas, feliz verano.