Éxito es divertirte

»De junior ganaba mucho, pero cuando pasé a senior perdía muchos partidos. Para mí fue duro, además también se hacía más duro por los rivales. Me esforzaba pero competía contra Nadal, Djokovic, Federer. De alguna manera era frustrante porque siempre me preguntaban: ¿Cuándo vas a ganar un Grand Slam? La prensa me insistía: ¿Cuándo vas a ganar un Grand Slam?  Para mí era complicado. Daba igual que fuera el número 2 del mundo, podía ganar torneos o llegar a finales, no era suficiente. Así me hicieron sentir aunque no fuera cierto. Me sentí como un perdedor, me veía incapaz de conseguir algo, dejé de disfrutar jugando. La razón por la que jugaba al tenis era porque amaba ese deporte, eso lo recuerdo ahora pero hace unos años dejé de hacerlo.

Cada vez estoy más convencido de que se está cometiendo un grave error en cómo vamos encaminados en esta sociedad, en conceptos como ser feliz, aspiraciones individuales, metas, objetivos;porque parece que todos tenemos que ser números uno en algo, que mi hijo tiene que ser el mejor, el que saque la nota más alta, el que mejor juegue al fútbol, el que mejor diseñe un edificio como arquitecto, el mejor hasta sacando la basura si me apuran. Y saben qué? Mal, mal, mal, y otra vez mal¡¡

Cuando tratamos con niños, adultos, con deportistas, profesionales, nuestra mayor preocupación debería ser que se diviertan, que disfruten con lo que hacen cada día. Así de sencillo, sin pensar en victorias, en partidos ganados, en torneos, en salarios inmensamente altos. Porque si de entrada nos ponemos metas inalcanzables u objetivos poco realistas, estaremos causando en ellos un sentimiento de frustración inmenso, que paraliza, que le hace sentir mal, y que se ve incapaz de conseguir algo en la vida porque han minado su confianza en sí mismo.

Dejemos que sea la otra persona la que, conforme avance en su camino, en su crecimiento personal diario, vaya descubriendo qué es lo que quiere ser, hacia dónde le gustaría encaminar su futuro profesional y personal, porque de esa manera será mucho más fácil que se marque unos objetivos realistas, unas metas alcanzables, y será feliz mientras anda ese camino. ¿Por qué no va a poder ser feliz un tenista siendo número 2,8, o 10 del mundo?¿Por qué un entrenador de fútbol no puede ser feliz trabajando en 2ª División, en 2ª B, o en Juvenil DH? ¿Por qué no valoramos el esfuerzo que hacen Rafael Nadal, Alberto Contador, Fernando Alonso, ahora que no son números 1?¿Por qué la sociedad es tan egoísta?

Tratan de convertirnos en los eternos insatisfechos, persiguiendo objetivos, metas, cuando a lo mejor quizás no hay que perseguir nada sino más bien tener claro qué es lo que me hace feliz, qué me divierte, y me hace disfrutar al máximo de la vida. Está fenomenal mejorar, para conseguir tu mejor versión, pero no por competir con nadie, creo que eso es ridículo, sencillamente porque todos tenemos un talento único que nos hace brillantes, incomparables, y lo bonito sería cambiar competir por compartir.

No me cansaré de repetirlo. Es incoherente buscar rendimiento sin antes asegurarte de que eres feliz en aquello en lo que quieres rendir. Tu rendimiento será máximo cuando tu felicidad sea máxima, es así de sencillo, así que preocúpate de tu felicidad, el resto vendrá sólo, ese éxito que tanto preocupa llegará sólo cuando empieces a disfrutar al máximo de tu vida.

Me despido con esta frase que he leído de una grandísima persona como es Rocío Pomares: El mejor es el que más se divierte. Que tengan una buenísima semana, un fuerte abrazo.

PD: Ah, y las líneas del primer párrafo son ni más ni menos que de Andy Murray. Si para alguien que está en la élite lo más importante es disfrutar con el deporte que ama, creo que está todo dicho.

miguel-angel-jimenez

Un comentario

  1. LAURA · marzo 22, 2022

    Que buen texto! Llegué aquí porque acaso de escuchar a, no más ni menos, que Rafa Nadal ha dicho estar “hundido y triste” por una baja de 6 semanas debido a una lesión… Pero si ha ganado el Gran Slam de Australia hace mes y medio! Como es posible? La ambición al nivel de glotonería es lo realmente triste. Entiendo que el deporte de élite está reñido con la conformidad, pero… hay un límite? Dónde es que se pierde el disfrute de lo logrado?

    Me gusta

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s