Education in danger

Hay una idea clara: la enseñanza de dos idiomas, el control con maestría de dos lenguas supone una riqueza extraordinaria para los alumnos. Ahora bien, la manera de llevarlo cabo, cómo se ha implantado en España, llevando el nivel de educación y enseñanza hasta niveles pésimos durante estos años desde que se implantase la famosa enseñanza bilingüe, me lleva a pensar sinceramente, que los encargados de diseñar todo este proceso no tienen mucha idea de en qué consiste exactamente eso, el proceso de enseñanza.

Porque es justo ahi donde empiezan los problemas. De entrada, la implantación de este programa se olvida del protagonista de todo esto, que es el alumno. ¿Alguien les ha preguntado si les gusta el inglés?¿Se han preocupado los padres por saber qué quieren sus hijos/as?Porque a lo mejor, de entrada, el niño no se ve motivado por aprender en inglés en cierto momento, y empieza a pasar de las clases de una manera extraordinaria. Quizás a lo mejor a su hijo/a le gustaría mucho más estar en un colegio, por ejemplo, no bilingüe, pero con más horas de Educación Física, por poner un ejemplo. Al fin y al cabo, el que está aprendiendo es el eh, no lo olviden.

Siguiente punto. Para llevar a cabo una enseñanza bilingüe, con asignaturas impartidas en su totalidad en inglés, el profesor debe tener una pronunciación excelente, conocimiento exhaustivo del vocabulario, y capacidad de transmitir todos esos conceptos en ese idioma; a la vez que el niño debe traer un muy buen nivel de años anteriores, para seguir creciendo en conocimientos, poder entender a su profesor, tener la capacidad de expresarse, y que así se pueda producir comunicación entre ambos. Por el contrario, ¿qué nos encontramos? pues que este proceso no se produce de la manera en que debería, el nivel empieza a reducirse porque no hay manera de entenderse, llevándose a cabo una drástica reducción de los contenidos en los libros de texto, exámenes que en muchos casos tienen una dificultad de risa, llevándonos a un punto que incluso el niño obtiene notas muy altas, que para nada están directamente relacionadas con los conocimientos que en realidad posee de la materia en cuestión.

En consecuencia, cada vez se va limitando, reduciendo, ese proceso de enseñanza-aprendizaje que, en vez de centrarse en el profesor, debería estar centrado en el alumno. Y es ahí a donde quiero llegar. Es un error valorar a un buen o mal profesor por si tiene un C1 o no, muy grave de hecho. La enseñanza es mucho más que eso,y  en la figura del profesor hay aspectos mucho más trascendentales que el mero conocimiento de un determinado nivel de inglés.

El profesor debe ser una fuente de inspiración para el alumno, debe ser capaz de acompañar a la transmisión de conocimientos una pasión desenfrenada por su trabajo, por observar el crecimiento de sus alumnos, dotarles de herramientas para desarrollar sus habilidades sociales, su auto-conocimiento, que aprenda a percibir las emociones, y qué es lo que las causa en él, ayudarle a crecer como persona, a acompañar el lenguaje verbal de un lenguaje corporal, aprender a captar la atención de los oyentes en una exposición, aprender a escuchar, empatizar con los otros compañeros para saber ponerse en el lugar del otro, descubrir cómo se siente y por qué, dotar al alumno de seguridad y confianza en sí mismo y sus capacidades, ayudarle a encontrar su talento, y enseñarle la manera de desarrollarlo, plantear retos al grupo, forzarles a salir de su zona de confort. Eso, eso sí es un proceso de enseñanza, o al menos como yo entiendo que debe serlo.

Porque de esa manera, el alumno pasa de ser un mero oyente a convertirse en el protagonista de cada día de la semana en el colegio, aprende y vivencia, acierta y falla, se cae y se levanta, tal y como la vida misma. Pero para eso, obviamente, necesitamos profesores cualificados de verdad, que no sólo hayan aprobado magisterio, un máster de profesorado o tengan el C1, sino que además, sepan cuales son las herramientas adecuadas para dárselas a cada niño/a, a cada alumno/a, que sepan analizarles, y así ayudarles en su camino de crecimiento, sean un ejemplo para ellos/as por su personalidad, por sus capacidades y habilidades sociales, entienda el comportamiento humano, las relaciones sociales, los valores y cualidades que toda persona debe poseer, para que el día de mañana ese niño/a sea un adulto autosuficiente, independiente, se conozca muy bien así mismo, sepa cuales son sus debilidades, sus fortalezas, su talento natural, y pueda disfrutar con ello.

Como bien dice Álvaro González Alorda en el vídeo que os pongo debajo, »enséñale algo que no pueda encontrar en Google.» Y coincido con él plenamente en que un profesor, para ser inspirador, debe: Experimentar, conversar, y tener integridad.

Que tengáis una muy buena semana, un fuerte abrazo.

»Lo que se espera de un profesor es que sea capaz de diseñar experiencias retadoras para el aprendizaje.»

Álvaro González Alorda

»No toques el saxofón, déjate tocar por él.»

Charlie Parker

Gracias Jose María Zabala, por enseñarme lo que es ser un profesor de categoría.

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