Cuando hablamos de las fases de un equipo de alto rendimiento nos estamos refiriendo a que alcanzar esos niveles de excelencia y eficiencia requiere que el equipo atraviese por una serie de fases que son tremendamente complejas. De hecho, tan sólo entre un 6% y 8% de los equipos que inician proyectos tienen la capacidad de llegar a esos niveles de excelencia.
¿Qué es lo que imposibilita o dificulta que esos equipos alcancen esos niveles? Pues es en gran medida el cómo son los comportamientos tanto del líder como del resto de miembros del equipo. No sirve de nada tener un estilo de liderazgo y ser absolutamente rígido con ese estilo. El líder necesita ir adaptándose al mismo nivel de madurez del equipo, de la misma manera que un padre se adapta al nivel de madurez que su hijo/a va teniendo en cada momento, las necesidades y los niveles de exigencia son diferentes, de modo que el líder debe estar adaptándose constantemente a ese ritmo de maduración.
En este blog analizaremos cada semana cada una de las fases, cuáles son los aspectos y comportamientos vitales tanto del líder como de los miembros de los equipos, analizaremos dónde están los riesgos, y daremos determinadas claves aunque cada equipo es un mundo. Esta necesidad de aprender por parte del líder y de recoger información por parte de los equipos es lo que permite a determinados equipos, muy pocos, entre un 6 y 8%, alcanzar niveles de excelencia.
Fase 1
Cuando hablamos de las fases de los equipos comenzamos con la primera fase, la que llamamos la fase de Forming, fase del conocimiento en los equipos, es ese primer momento en el que líder y equipo se conocen, cuando el líder tiene que poner mucho el foco en transmitir cuál es el propósito del equipo, para qué estamos ahí, es un mensaje que hay que repetir constantemente, hay que hacer que ese mensaje, ese propósito cale en el equipo, es cuando hablamos de la misión, del para qué.
Pero también debe ir unido con la la misión el concepto de »hacia dónde» queremos llegar, cuál es nuestro ideal hacia el cual como equipo vamos a ir caminando. Y por último, debemos dejar claramente identificados cuáles son los valores del equipo, los aspectos absolutamente innegociables en el equipo, los límites que nadie puede traspasar, nuestra seña de identidad, los aspectos que bajo ninguna circunstancia podemos negociar porque es nuestra esencia como equipo.
Un equipo de alto rendimiento está caracterizado por la renuncia, dado que siempre habrá algo que deberemos sacrificar, pero nunca bajo ningún concepto podemos sacrificar la esencia, aquello que nos identifica, porque en el momento que los valores se transgreden por miembros del equipo esos equipos pierden cualquier posibilidad de continuar.
El líder, en esta fase, siempre va a tener 2 conductas: a) Orientada hacia el afecto. b) Orientada haca la tarea. Y en esta primera fase el comportamiento prioritario del líder debe estar siempre orientado hacia la tarea. Si queremos que alguien aprenda algo nuevo no puede haber un exceso de comportamiento de afecto, debo enfocar siempre a lo que hace, a que aprenda haciendo. Se debe marcar el camino, poner el foco, y acompañar de una manera directiva al equipo para que aprenda tanto el objetivo, como el cómo conseguirlo.
Próxima semana, continuamos con la Fase 2, 😉
Aprovecho estas líneas para dar las gracias a quien posibilita que, en numerosas ocasiones, publique estos posts, y esa persona es Álvaro Merino, quien empezó siendo un profesor de universidad, para pasar a ser amigo y maestro para mí no sólo en conceptos de liderazgo y gestión de equipos de alto rendimiento, sino para la vida en general. Gracias por tanto, es una suerte tenerte. Un abrazo enorme amigo
Que tengan una muy buena semana, un fuerte abrazo.
»La inteligencia puede aprovechar la derrota para dos cosas: sobre si había elegido bien la meta, y sobre si se había elegido bien el camino para alcanzar la meta.»
José Antonio Marina
Informe Robinson: Rafael Nadal