Según Patrick Lencioni, ‘’ hay dos verdades que parecen decisivas. En primer lugar, el genuino trabajo en equipo sigue siendo, en la mayoría de los casos, en la mayoría de las organizaciones, algo tan elusivo como siempre ha sido. En segundo lugar, las organizaciones no logran trabajar en equipo porque involuntariamente caen presa de cinco obstáculos naturales pero peligrosos, que llamo las cinco disfunciones de un equipo.
Estas cinco disfunciones pueden ser erróneamente interpretadas como cinco asuntos que pueden ser tratados aisladamente. Pero en realidad constituyen un modelo interrelacionado y convierten en potencialmente letal para el equipo el fallo en cualquiera de esos cinco aspectos.
Las cinco disfunciones de un equipo son las siguientes:
Y de todas ellas, hoy quisiera centrarme en la base de la pirámide, Ausencia de confianza. El motivo por el cual surge esta disfunción es a partir de la falta de disposición por parte de los miembros del equipo para ser vulnerables, ya que no están dispuestos a abrirse ante los otros para aceptar errores y debilidades, imposibilitando de esta manera la construcción de los cimientos de la confianza.
A menudo se confunde la vulnerabilidad con mostrar algún signo de debilidad ante lo demás, y esto es un grave error. Mostrarse vulnerable tiene que ver más con ser conscientes, cada uno, de nuestras fortalezas y debilidades, cuáles son las facetas en las que podemos ayudar, y por el contrario cuales son aquellos aspectos en los que no tenemos tanto conocimiento, destreza, y/o habilidad; para hacérselo saber a nuestros compañeros de equipo. Es necesario ser humilde, dejando los egos a un lado, y mostrarse de esta manera, ya que ayuda a conocer a todos y cada uno de los miembros de nuestro equipo, porque de esta manera sabremos dónde debemos hacer hincapié, cuándo y cómo ayudarles, del mismo modo que ellos sabrán cómo pueden ayudarnos cuando por algún motivo, nuestro rendimiento baje.
Además, como veremos más adelante, mostrarse vulnerable permite en consecuencia que la confianza del grupo aumente, lo cual permita un diálogo, un conflicto verbal que hará crecer, en el que saber escuchar, analizar, y reflexionar en grupo acerca de un planteamiento, problema, al cual se le busque una solución, donde con toda seguridad reine el respeto hacia los otros compañeros, siendo un debate sano en el que el único objetivo es solucionar los problemas de manera grupal, contribuyendo esa solución al fortalecimiento del grupo.
Como bien dice Pellegrini: ‘’Eso es. Acá no es una cosa del azar. Lo que me ha permitido llegar hasta donde estoy han sido los cimientos sobre los que decidí hacerme como técnico, a través de una preparación constante en el tiempo. Sobre todo en mis inicios, cuando asumí que necesitaba prepararme en aquellos ámbitos que identificaba con mis debilidades.’’
De hecho, cuenta Pablo Zabaleta ese liderazgo humano que desprende Pellegrini, sabiendo escuchar y argumentar: ‘’El año pasado, por ejemplo (diciembre 2014), fui padre de mi primer hijo, andaba muerto en los entrenamientos y Pellegrini se me acercó para decirme que ser padre era lo mejor que me iba a pasar en la vida y que me entendía, pero que me iba a sacar del equipo porque no me veía ciento por ciento enchufado. ¿Qué le va a decir uno?. ¡Si yo también me daba cuenta!.
Siguiendo la misma línea, referente a la vulnerabilidad, a saber cuándo estamos preparados y referido al proceso de preparación para el jugador que viene de fútbol base y da el salto al primer equipo, Unai Emery resalta lo siguiente: ‘’Yo no estaba preparado, nadie me preparó para debutar, y de hecho el partido fue un horror, tanto que me cambiaron en el minuto 30’, y mientras me estaba duchando quería marcharme andando a casa, no pensaba en nada más. Pienso por ello que se debe preparar un itinerario a nivel mental, para preparar al futbolista lo mejor posible, de la manera adecuada, para subir al primer equipo.’’
La reflexión es, ¿realmente les preparamos para ello? ¿Enseñamos a los futbolistas, empleados de un grupo de trabajo, a que muestre su vulnerabilidad al grupo? ¿trabajamos su confianza, su fortaleza mental ante la presión, ante un fallo? ¿les hacemos ver que hay que ser humildes en la derrota y en la victoria por igual?
Volvemos a Unai Emery, quien afirma ‘’Me gusta llegar al futbolista mediante la persona, primero a la persona, y cuando lo he conseguido, ya llegar al futbolista. Desde un liderazgo afectivo, un liderazgo del convencimiento, del conocimiento. No hay nada que haga sin argumentar, por encima de mi autoridad. Conseguir que te escuchen aquellos jugadores que saben que, en un determinado momento, pueden ganarte el partido ellos solos, es realmente lo meritorio en la tarea de un líder.
Y enlazamos con Manuel Pellegrini, quien dice que la trilogía del éxito tiene un orden lógico: vocación, preparación y dedicación. Sin esos tres conceptos no hay estructura profesional que se sostenga.’’ Sólo quien se muestra vulnerable, humilde, y reconocedor de que siempre habrá algo por mejorar seguirá dándole esa importancia que se merece a la preparación, dedicándole el tiempo que sea necesario, manteniendo la vocación intacta. Y me sigo manteniendo en la afirmación de que el equipo es la imagen que su entrenador y cuerpo técnico proyectan. Si proyectamos vocación, preparación, y dedicación; probablemente logremos que nuestros jugadores mantengan una pasión infinita por lo que hacen; quieran aprender cada día, y dediquen todos sus esfuerzos a la mejora continua. Vulnerabilidad para ofrecerse tal y como eres, no como signo de debilidad sino más bien con la humildad de demostrar que, si no tenemos la confianza de todos, es imposible avanzar, y si no avanzamos, jamás conseguiremos resultados extraordinarios.
No quiero terminar mi post sin acordarme de todas aquellas víctimas del atentado terrorista acontecido en Bélgica, una pena enorme que la humanidad no sea consciente de la autodestrucción que está acometiendo. Mando toda la fuerza a quien ha sufrido, a lo largo de estos años, de alguna manera u otra estos actos sin alma y corazón que se producen aún a día de hoy en nuestra sociedad.
Que tengan una muy buena semana, un fuerte abrazo. Y cuidado en la carretera, lo importante es llegar bien, no hay prisa.
EFE Fórum Deportes con Unai Emery