«Un mendigo estuvo junto a una carretera durante más de treinta años. Un día, un desconocido pasó por allí. -¿Una limosna?- murmuró el mendigo, alargando mecánicamente su gorra de béisbol. -No tengo nada que darte-dijo el desconocido. A continuación preguntó: -¿Sobre qué estás sentado?-Nada-respondió el mendigo-. Solo es una vieja caja. He estado sentado en ella desde no sé cuándo. -Has mirado dentro alguna vez-preguntó el desconocido. -No-dijo el mendigo,¿para qué? No hay nada dentro. -Echa una mirada-insistió el desconocido. El mendigo consiguió abrir la tapa. Con infinita sorpresa, incredulidad y dicha vio que la caja estaba llena de oro.»
Pedimos o esperamos aquello que muchas veces está dentro de nosotr@s, pero que por algún motivo no hemos sido capaces de descubrirlo. Eso, asociado a la aceptación de dichos que se han convertido en típicos, comunes, de uso frecuente, como aquello de que si trabajas obtendrás recompensa, si quieres puedes, o que la vida te devuelve aquello que le das, hace que muchas veces nos podamos sentir frustrados, o vivir en la permanente queja porque esa recompensa no llega.
No es que me pase al lado pesimista de la vida sino más bien me he acostumbrado a ser realista, a vivir cada vez más en el presente sin mirar al pasado o intentar predecir lo que sucederá en el futuro. Todas estas reflexiones vienen gracias a una conversación que tuve con una muy buena persona que ha jugado como portero en diversos equipos, pudiendo disfrutar mucho del fútbol pero a la vez pasándolo realmente mal en varias ocasiones. Cuando escuchaba sus historias, sus experiencias, y empezaba a entrelazar con otras conversaciones, con el audio que había escuchado de mi buen amigo Álvaro de la semana pasada y que os adjunto en este post, me empezaron a llegar reflexiones que hoy comparto con vosotr@s.
La conversación que tuve con él el pasado viernes me reafirma en la idea de que lo más importante es vivir el día a día, no tener un pensamiento fijo ni rígido porque la realidad es que en esta vida te puede pasar de todo tanto bueno como malo. ¿Que si eres constante, trabajador, y sacrificado, hay más posibilidades de conseguir aquello que quieres? Por supuesto, nadie lo discute, pero también sería bueno que tuviésemos presente que puede pasar que no consigas nada. Nada como resultado final, y aquí es donde radica la importancia de fluir, de contemplar la vida como algo líquido, flexible, maleable, que puede variar su curso en el momento más inesperado.
Focalizar la atención en lo que hacemos en cada preciso instante, ser valientes y tomar decisiones, disfrutar de la transformación que sufre con el paso del tiempo no sólo el equipo sino también nosotros como entrenadores, como formadores, como personas, teniendo la predisposición para aprender de manera permanente de todo cuanto nos rodea, aceptar el desafío de perder el control de nuestra vida en el sentido de dejar que la propia vida nos sorprenda como bien me decía mi amigo Javier. Todo ello ayuda y mucho, más de lo que te puedas imaginar, a que seas feliz con la vida que vives.
Porque la realidad de todo esto es ,como bien dice Álvaro en el audio, que estamos a una llamada de que todo se vaya al garete. Es cierto, estarás pensando »Vaya Pablo, pero también puede sonar el teléfono para algo bueno.» Por supuesto, y nadie lo niega, pero contemplar lo negativo no es malo, solamente nos ayuda a valorar un poquito más lo que tenemos, lo que vivimos. Que no sea necesario pasar por una enfermedad, por un accidente, para ser realmente conscientes de todas las cosas buenas que nos pasan cada día, que son muchas pero igual no las ves. De la misma manera que me decía Amaro el viernes, estamos constantemente lanzando la moneda al aire, a cara o cruz. Y lo más importante, para mí, es que tener siempre presente que te puede salir cualquier cosa independientemente del trabajo que hayas hecho, de cuánto te hayas esforzado, por lo que disfruta de lo que haces, de tu vida, porque eso sí que es posible.
Una vez me dijo otro gran amigo, Jesús, una frase que trato de no olvidar nunca: ‘‘Tú, Pablo, eres capaz de ser feliz siempre, incluso en momentos como el de ahora en el cual quizás no tienes todo lo que merecerías, todo lo que a los demás nos gustaría que tuvieses.» Te deseo que tengas una muy buena semana, y si ves que no hay motivos suficientes, mira en la caja, quizás la vida te sorprenda también a ti…o no, pero disfruta del momento de averigüarlo. Un fuerte abrazo.
PD: Los vídeos, muy recomendables.
»Quienes no han encontrado su verdadera riqueza, que es la radiante alegría del Ser y la profunda e inconmovible paz que la acompaña, son mendigos, aunque posean grandes riquezas materiales. Están buscando fuera de sí mismos migajas de placer o satisfacción, de estima, seguridad o amor, cuando dentro tienen un tesoro que, además de incluir todas esas cosas, es mucho más grande que cualquier cosa que el mundo pueda ofrecer.» (Eckhart Tolle)
Programa Activa tu talento (vía Álvaro Merino):