«Lo importante en la búsqueda de tus sueños es que sean tuyos. Si no lo son, será muy fácil desfallecer, rendirse y abandonar con las primeras dificultades que aparezcan. Y da por hecho que siempre aparecerán. Si, por el contrario, tú decidiste libremente perseguir tus sueños, superarás los obstáculos antes o después.»
En el momento que no tienes unos objetivos, unos retos, unos pasos que dar en tu mente, probablemente serán otras personas las que decidan por ti, las que te marquen la pauta. Por ello es vital tener presente cuál debe ser nuestro siguiente paso en nuestro crecimiento personal, porque de esa manera nos estaremos acercando un poco más a ser verdaderamente felices cada día de nuestras vidas.
El problema a veces se presenta en forma de otras personas que no creen en nosotros, en nuestra manera de trabajar, de entender la vida, y no sólo eso sino que además ponen argumentos incongruentes, ilógicos, que esconden otro tipo de razones por las que tú no eres su apuesta para el próximo año, en este caso próxima temporada. Cuando esto sucede uno debe tener muy claro quién es, cómo ha trabajado, los fallos y aciertos cometidos, lo que se lleva en su mochila de aprendizaje y cuál entiende que debe ser su siguiente paso.
Recuerdo cómo Ken Robinson nos anima en su libro El Elemento a la búsqueda de nuestros talentos (¿por qué sólo vamos a tener un talento?), y para ello nos explica que bajo su punto de vista el elemento sigue una cadena formada por cuatro eslabones, fuertemente unidos e interdependientes entre sí: capacidad natural +pasión+actitud+contexto.
En primer lugar uno debe conocerse muy bien para saber dónde están sus capacidades, sus fortalezas, qué es aquello que haces realmente bien; para así asegurarte de que eres capaz de desarrollarlo con un entusiasmo infinito. Tener un compromiso verdadero contigo mismo en el desarrollo de esa capacidad, teniendo presente que nunca es suficiente para desarrollarte y crecer, porque crecer es admitirte vulnerable cada día, es sentir que siempre se puede mejorar. Y por último, es de vital importancia encontrarte en el contexto, en el lugar adecuado, rodearte de personas que también quieren desarrollar esa capacidad natural.
¿Por qué es tan importante el contexto? Porque como bien dice Álvaro Merino, «Nuestro talento debe colocarse cerca de otros talentos para que pueda desarrollarse.» De modo que si nuestra felicidad está conectada con el hecho de encontrarnos con nuestra esencia, y esa esencia aflora cuando ponemos en acción nuestro talento, nuestra capacidad natural, entonces debemos asegurarnos la posibilidad de estar en un contexto en el cual asumir retos nuevos sea una constante, nuestros compañeros/as de trabajo sumen y hagan que nuestro talento crezca, pueda aprender cada día porque se propicia un entorno de aprendizaje y crecimiento, porque de esta manera cada día creceré desarrollando más y más mis talentos, propiciando que el talento de otros/as aumente.
Por ello, es tan necesario como conveniente saber quién eres, cómo quieres desarrollarte, cuáles son las tareas o retos que al hacerlas las horas parecen minutos y los minutos segundos pasándote el tiempo volado. Porque, probablemente, no hay nada más verdadero que la rapidez con la que pasan los días, como para que encima otros decidan cómo tienes que vivirlos, y te arrebaten cómo quieres ser feliz. Como bien decía nuestro maestro José Luis Sampedro, »en mi hambre mando yo». Que tengan una muy buena semana, un fuerte abrazo, y no dejen de ser felices por difícil que a veces pueda parecer. Los vídeos, muy recomendables, espero que les gusten.